¿Cuáles son las diferencias entre Televisores y Monitores Profesionales? ¿Qué son los reproductores o players?
Cuando nos decidimos a instalar pantallas informativas en estaciones de autobuses, en paradas urbanas o en el interior de nuestras oficinas, nos encontramos con algunos términos que desconocemos inicialmente. Por lo general, nos recomendarán que utilicemos Monitores Profesionales, pero ¿qué diferencia encontramos entre estos y un televisor de uso doméstico?
Monitores Profesionales VS Televisores
Un monitor profesional no deja de ser un televisor al uso, pero con mejoras y funcionalidades especiales. Pero, ¿y por qué hay esa diferencia de precios entre un tipo y el otro?
El televisor de uso doméstico está diseñado para ser utilizado una media de 4 horas diarias, cuando los de uso profesional están preparados para utilizarse, dependiendo de cada modelo, entre 16 horas diarias e incluso un uso intensivo 24/7 (es decir, encendido 24 horas los 7 días de la semana). Este sería, por ejemplo, el caso de estaciones de transporte público, hospitales o plantas de fabricación. Por lo tanto, los componentes internos de estos monitores deben ofrecer más prestaciones y ser más robustos, especialmente las fuentes de alimentación.
Los entornos y condiciones generales en que se suelen encontrar los monitores profesionales acostumbran a ser más agresivos que el de un comedor de casa (menos para el caso de los Canales de Comunicación interna en oficinas y comedores). Pero sí es el caso de aquellas pantallas ubicadas en fábricas o estaciones. En estos casos, tienen que tener mayor resistencia a aspectos como las temperaturas más extremas, polvo, vandalismo, etc.
Hay que saber que marcas como LG, Samsung, Haier o Sony sacan televisores al mercado y producen series de millones de unidades para todo el mundo. Los monitores profesionales no tienen la posibilidad de obtener esos precios a tan grandes escalas. Este es el tercer motivo de la diferencia de precio entre unos y otros.
Un elemento importante es el panel frontal; en cuanto a resolución y calidad de imagen no hay diferencia, pero sí la suele haber en cuanto a la luminosidad. Mientras los televisores de uso doméstico se mueven en luminosidades de 250 a 350 lumens o candelas/m2, los monitores profesionales disponen ya de salida de luminosidades más potentes que oscilan entre los 450 a 500 cd/m2, y que permiten destacar más y ofrecer una mayor visibilidad. Si además nos vamos a exteriores y tenemos que “luchar” contra la luz solar, las luminosidades superan los 2000 y 3000 lumens.
Los monitores profesionales, dada su robustez, pueden instalarse tanto en formato horizontal como en vertical, dependiendo de las necesidades visuales de cada cliente. El aspecto del marco suele ser uniforme en los cuatro costados, mientras que los televisores (además de no estar preparados para ir en vertical) suelen tener la parte inferior distinta al resto de márgenes (siendo este más ancho) de forma que, puestos en vertical, no quedan bien estéticamente al ser desiguales.
Los monitores profesionales disponen de funciones de seguridad; la posibilidad de bloquear el detector de infrarrojos para evitar hackeos con teléfonos móviles o funciones para anular puertos USB / HDMI. En definitiva, son elementos de seguridad pensados para pantallas que estén en zonas no vigiladas, evitando que se puedan apagar o mostrar contenido no deseado.
Las pantallas profesionales tienen funciones de control remoto, de loop de señal entre monitores, y pueden programarse para encenderse y apagarse a unas horas determinadas (y que sea distinto entre semana y en el fin de semana, por ejemplo).
Reproductores integrados
Éste es otro de los conceptos que nos encontraremos si entramos en el mundo de la Cartelería Digital.
Los reproductores (también llamados players, mini pc o ipbox) son uno de los elementos que más identifican a un monitor profesional.
En efecto, los monitores y los televisores cada vez son más inteligentes y llevan electrónicas de control, conexión y navegación dentro del propio equipo. Y en el caso de los televisores es habitual que lleven un Android TV o procesador similar (con él podemos bajar aplicaciones como hacemos con el móvil, navegar por las distintas plataformas y RRSS, compartir pantalla, ver fotografías con un USB, etc.). Pero es en el caso de los monitores profesionales donde nos encontramos que, muchos de ellos, llevan un reproductor integrado de tecnología Android (aunque existen otros sistemas operativos como Tizen o Webos).
Este sistema Android de los reproductores es distinto del Android TV que conocemos ya que, mientras el Android TV es un software cerrado y que funciona con aplicaciones como los smartphones, en el caso del Android de los monitores profesionales, se trata de un Android “virgen” en que los fabricantes de software pueden instalar sus propias aplicaciones de control y gestión de contenidos.
Estos reproductores pueden ser más o menos potentes, y tener más o menos memoria, según el modelo de monitor profesional. Es importante ver qué capacidad de procesador y de memoria RAM y disco tienen estos reproductores integrados.
Los monitores que llevan el reproductor integrado, al igual que los televisores con Smart TV, pueden conectarse directamente a Internet (tanto mediante cable como mediante wifi).
Reproductores externos
Un reproductor es un pequeño ordenador sin pantalla. Se trata de una cajita que tiene la capacidad de conectarse a internet para recibir contenidos, y dispone de una salida HDMI para mostrarlos en una pantalla o televisor. El nombre de reproductor viene de reproductor de contenidos.
Como hemos comentado antes, si vamos a implantar un canal interno desde cero, lo ideal es adquirir monitores profesionales con reproductor ya integrado. De este modo no hay cajas externas ni “mochilas” y menos cables a conectar. Pero hay algunos casos en que los reproductores externos son muy útiles.
Los reproductores externos sirven en aquellos casos donde ya tenemos televisores o pantallas adquiridas anteriormente (o aprovechadas de una feria o de otro proyecto). O simplemente porque habíamos adquirido unas pantallas y usábamos memorias USB. En estos casos los reproductores externos permiten convertir los televisores en monitores “semiprofesionales”, aunque la pantalla siga siendo un televisor normal.
Además, los reproductores externos permiten controlar otros dispositivos visuales que, por defecto, no llevan player; las pantallas Videowall (grandes pantallas formadas por varios monitores en mosaico), pantallas pixel LED (grandes pantallas de tecnología LED), televisores antiguos, proyectores, canales para habitaciones (en hoteles), etc.